El trasplante
de cara es un injerto de piel que implica reemplazar completamente la cara de
un paciente con traumatismos, quemaduras o malformaciones por la cara de un donante. Este procedimiento requiere una cirugía muy compleja y la colaboración de numerosos profesionales sanitarios.
Los criterios de distribución de este tipo de trasplantes, a diferencia de el resto, serán fisiológicos (parecido físico, color de la piel…) y el sexo del donante y
receptor. De esta forma lo que se intenta es que exista el mayor parecido posible entre el donante y el receptor.
El primer trasplante de cara se realizó por primera vez en el año 2005 en Amiens, Francia.
El primer
trasplante de cara incluyendo mandíbula y lengua se realizó en España, en el año 2009 en Valencia, por el Doctor Cavadas.
El primer
trasplante total de cara en el mundo fue realizado en España, concretamente en Barcelona en
el año 2010, con una duración de 30 horas.
Un futuro
prometedor
Un estudio mostró que tras varios meses de evolución de una cara
trasplantada, se desarrollan nuevas redes de vasos sanguíneos bajo la piel implantada en el receptor.
Desde el primer trasplante
de cara hasta ahora se realizaron unos 30 procedimientos, por lo que este tipo
de trasplante es aún experimental. Este avance podría sugerir que insertar sólo dos arterias de la cara podría ser suficiente, de este modo se podría reducir la duración de la cirugía, ya que, actualmente pueden durar unas 30
horas. Esta es una cirugía tan larga debido a la inserción de arterias diminutas del tejido del donante que
deben conectar con el tejido del receptor.
De esta forma se pueden mejorar
los futuros trasplantes de rostro.
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