España siempre ha sido un país líder en cuanto a donaciones de órganos. Las múltiples campañas de seguridad en las carreteras, entre otros factores, han logrado que el número de accidentes de tráfico haya disminuido en los últimos años. Este dato es sin duda alentador pero la otra cara de la moneda es que, como consecuencia, el número de donantes ha disminuido en nuestro país.
Como
alternativa a este descenso y para hacer que las listas de espera se muevan más
rápidamente se han iniciado las conocidas “donaciones en cadena”. Esta nueva
fórmula implica a varios donantes en una operación realizada al unísono. Para
poder empezar una cadena, lo primero es que alguien done un riñón a un
desconocido.
- Apuntarse en el registro de donación cruzada: Este registro está gestionado por la Organización Nacional de Transplantes y en él se inscriben parejas que no son compatibles entre sí. El objetivo de este listado es que otras parejas en la misma situación encuentren a personas con las que si que puedan intercambiar sus riñones (órganos para los que se realiza este transplante en vivo).
- Se trazan las cadenas de donantes: Se cruzan los datos de las parejas inscritas en el registro y se piensa la manera de hacer la cadena lo más larga posible para ayudar al mayor número de personas que se pueda.
- Pruebas de compatibilidad: Es imprescindible hacer pruebas cruzadas poniendo en contacto sangre del donante y del posible receptor antes de cualquier tipo de donación. Si al realizar estas pruebas no reaccionan, entonces la cadena está funcionando correctamente, el trasplante es una realidad.
- Incorporación de buenos samaritanos: Existe otro listado en el que gente que voluntariamente y de forma altruista quiere donar un riñón a un desconocido se apunta. Gracias a estas personas, las cadenas pueden hacerse más largas y beneficiar a un mayor número de pacientes.
- Transplante: Una vez que se han hecho las pruebas necesarias y que la cadena ya está trazada, se procede a transplantar los órganos implicados. Se realizan todas las intervenciones el mismo día (se pretende evitar que el donante de una pareja se eche atrás una vez que su ser querido ya ha conseguido el órgano) y de forma anónima.
Ser un
“buen samaritano” (persona que dona su riñón a un desconocido) ya es de por si
una decisión complicada pero además muy poca gente puede serlo. A estas
personas se les exige estar en perfectas condiciones de salud y ser
extremadamente sanas. Algunos de los requisitos que se les pide son:
-
Careces
de antecedentes de enfermedades renales.
-
No
ser obesos.
-
No
ser diabéticos.
-
Tener
una tensión arterial exquisita y muy controlada.
Además, aún
reuniendo estos requisitos, deben de pasar un examen psicológico que verifique
que lo hacen libres y convencidos plenamente.
Sin duda
alguna la cadena de transplantes es una gran solución a las largas listas de
espera que tienen que soportar los pacientes con fracaso renal y un gesto
enorme de generosidad por parte de esos donantes anónimos.
A
continuación, podréis ver un video en el que se habla de la primera cadena de
transplantes que se ha realizado con éxito en España.
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