jueves, 12 de diciembre de 2013

Distanasia.

La Eutanasia es la acción llevada a cabo para evitar el sufrimiento de las personas, diferenciándose de la Ortotanasia en que esta última se define como la muerte digna del paciente, sin utilizar ningún medio extraordinario, solo se deja a la persona con tratamientos paliativos hasta que fallece.

La Distanasia, también llamada Encarnizamiento Terapéutico, es todo lo contrario a la eutanasia. La Distanasia es el acto de poner en utilidad todos los medios y procedimientos que estén a nuestro alcance para retrasar la muerte del paciente, aunque ya no exista ninguna esperanza de vida.

Esta práctica es éticamente incorrecta, pues se estaría alargando la vida de un paciente en condiciones lamentables, el paciente no se beneficia pues nadie se puede salvar del estado de mortalidad.

Esta práctica ocurre a diario provocada por el médico o el centro de salud, siendo de manera tenaz y obstinada de mantener con vida al paciente, utilizando todo tipo de métodos y procedimientos terapéuticos. El médico no lo realiza despiadadamente ni con ánimo de hacer sufrir al paciente, simplemente se encierra en la idea de que tiene que vivir. Una de las causas es por el malestar del médico ante el fracaso.

Con la Distanasia se estaría contradiciendo a la ley, pues los doctores deben limitarse a paliar el dolor del paciente terminal, y no a “torturarlo”.


El paciente terminal tiene una esperanza de vida como mucho de 180 días, además en su larga fase experimenta cansancio, luego dolor fuerte, seguido de fallos orgánicos pudiendo ser único o múltiple. Por ello se debe respetar su autonomía, y no alargarle el sufrimiento y la pesadumbre.

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